A las 18:15 horas de la tarde del 21 de marzo de 1829 tuvo lugar en nuestra comarca el acontecimiento sísmico más importante de los últimos 500 años. En Almoradí quedó absolutamente todo destruido, con más de 200 víctimas, sin contar al resto de la población, heridos, damnificados o huérfanos. El Ayuntamiento recuerda esta fecha 190 años después con una serie de actividades, entre las que ha destacado el gran despliegue realizado en la exhibición de un plan de emergencias ante terremotos.
La Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos del Consorcio Provincial con un gran número de efectivos y unidades, la Brigada Forestal de la Comunidad Valenciana, Unidades de Rescate Canino, Cruz Roja Española Local de Almoradí, Policía Local, Protección Civil y hasta Unidades Especiales de Rescate de la Guardia Civil se dieron cita en la Plaza de la Contitución en la mañana del sábado respondiendo a un plan coordinado ante catastrofes.
Una veintena de bomberos participaron en la actividad e instalaron un Puesto de Mando Avanzado (PMA), junto al que se situaba el vehículo de comunicaciones, por lo que la exhibición contó con la presencia del dron del Grupo de Rescate, que retransmitió en directo cada una de las actuaciones de rescate que se llevaron a cabo.
Esta exhibición, que ha tenido lugar por primera vez en Almoradí, ha sido organizada por las concejalías de Educación, dirigida por Susana Miralles, y Patrimonio, a cargo de José Antonio Latorre, con la colaboración de todos los cuerpos de emergencias.
La actividad creó una gran expectación entre un numeroso público que pudo ver la búsqueda de personas con perros experimentados que han participado en catástrofes como la acontecida en Lorca, a través de ECOS ByRMA de Cox, rescate desde el campanario con tirolina o maniobras de excarcelación en vehículos por bomberos, un auténtico espectáculo, en una recreación de un escenario muy real, que además ha servido a los cuerpos de emergencias participantes para estudiar sus ejercicios y trabajar en materia de coordinación, ya que todos los presentes serían convocados en caso de que se produjera un seísmo de gran magnitud como el acontecido en 1892, y que durante estos días Almoradí trae al recuerdo.